Bolivia vivió una dramática situación después de los comicios del 20 de octubre de 2019. Una comisión de la OEA realizó una auditoría al proceso electoral ante las numerosas denuncias de fraude por parte de la población. El informe preliminar de la OEA de 10 de noviembre de 2019 reveló “graves irregularidades”, destacando problemas técnicos en el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), falsificación de firmas y actas entre muchos otros indicios de manipulación. Tiempo después, el informe final de auditoría de la OEA, confirmaría la existencia de “manipulación dolosa” en los comicios que dieron por ganador en primera vuelta al expresidente Evo Morales.
Como resultado de esta auditoría, la OEA sugirió al gobierno convocar a nuevas elecciones generales. Horas después de la publicación del informe preliminar y ante la indignación del pueblo boliviano por el fraude, Evo Morales y Álvaro García Linera anunciaron sus renuncias a la presidencia y vicepresidencia del Estado, respectivamente. Ambos abandonaron el país en fecha 12 de noviembre de 2019, acogiéndose al asilo en los Estados Unidos Mexicanos. Al mismo tiempo, diferentes autoridades de los órganos Ejecutivo, Legislativo y Electoral renunciaron a sus cargos.
En este contexto, el 12 de noviembre de 2019, la Dra. Jeanine Áñez Chávez asumió la Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia mediante el proceso de sucesión presidencial amparado en los artículos 169 y 170 de la Constitución Política del Estado, sucesión que fue validada por el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Los antecedentes descritos desvirtúan las erróneas interpretaciones sobre la existencia de un golpe de Estado en Bolivia. Esto fue corroborado por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien afirmó lo siguiente: “Sí, hubo un golpe de Estado en Bolivia. Ocurrió el día 20 de octubre cuando se cometió el fraude electoral que tenía como resultado el triunfo del expresidente Evo Morales en primera vuelta. Que el Tribunal Electoral le adjudicara el triunfo en primera vuelta era pretender perpetuarse en el poder de forma ilegítima e inconstitucional”.
La renuncia del señor Morales se debe a que durante más de 20 días, marchas pacíficas -que aglutinaron a toda la sociedad boliviana sin distinción- le pidieron que deje el poder. La fuerza moral del pueblo boliviano aplastó al gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) y obligó al señor Morales a dejar la presidencia.
¿Cómo podría describirse la situación como golpe de Estado si la Asamblea Legislativa sigue funcionando y el gobierno transitorio llamará a elecciones en un muy corto plazo? Estos hechos son algunas de las pruebas que demuestran que la sucesión presidencial es democrática y constitucional.
Desde el primer momento en que la Dra. Jeanine Áñez fue posesionada como presidente, el gobierno ha tenido como metas principales la pacificación y reconciliación del país, la convocatoria a nuevas elecciones generales, libres y transparentes, y el desarrollo normal de las actividades del Poder Ejecutivo.
En menos de un mes, el gobierno de la presidente Áñez logró acuerdos con amplios sectores de la sociedad boliviana, pueblos indígenas, movimientos sociales y partidos políticos para lograr la pacificación de Bolivia. Uno de los hitos más importantes fue la promulgación de la “Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la Realización de Elecciones Generales” que fija plazos breves para la elección de miembros del Tribunal Supremo Electoral y el desarrollo del calendario electoral. Todas las organizaciones políticas, incluyendo al Movimiento al Socialismo, podrán participar de los nuevos comicios bajo los lineamientos y también limitaciones constitucionales que prohíben la reelección por más de dos periodos consecutivos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, en uso de sus potestades constitucionales, ha tomado las medidas necesarias para que Bolivia tenga una representación seria y digna ante la comunidad internacional en el marco de sus atribuciones legales. La Cancillería, así como el resto de los ministerios, va a seguir trabajando para consolidar este proceso democrático y representar los intereses del Estado Plurinacional de Bolivia, siempre al servicio del pueblo.
El Gobierno de Bolivia agradece el respaldo expresado por diversos gobiernos del mundo y reafirma su propósito de garantizar la realización de elecciones presidenciales justas y libres, en el más breve plazo posible, en coordinación con la Asamblea Legislativa Plurinacional. En escasos meses, Bolivia tendrá el proceso electoral más transparente y confiable de su historia.