MENSAJE PRESIDENCIAL – 9 DE MAYO DE 2023
Ayer cumplimos dos años y medio de gestión de Gobierno. El 8 de noviembre de 2020, asumimos el Gobierno con el mandato del pueblo boliviano de resolver la crisis sanitaria, la crisis económica, la crisis educativa y la crisis política por la que atravesaba nuestro país. Es buen momento para hacer un balance y proyección para llegar unidas y unidos a nuestro Bicentenario, el año 2025, pero además con un país estable, con crecimiento sostenido y justicia social, económicamente diversificado e industrializado.
Desde la salud, encaramos sin vacilaciones y sin demora todas las tareas para combatir la pandemia; priorizando la salud y la vida del pueblo. Asumimos la lucha contra el Covid-19 como una prioridad nacional, y pusimos en marcha un plan integral con pruebas y vacunas gratuitas, con nuestra estrategia, se redujo la tasa de mortalidad del virus de 6,2% durante la primera ola a solamente el 0,1% para la quinta ola; hasta la fecha se han aplicado más de 15,9 millones de vacunas.
Asimismo, desde lo económico, tomamos todas las medidas de emergencia y austeridad, pero al mismo tiempo iniciamos la reconstrucción económica y productiva de nuestro país, de la mano del pueblo trabajador.
Desde lo político, a pesar de todos los intentos de acortar nuestro mandato, internos y externos, y de que nos vaya mal por mezquinos cálculos políticos, aquí estamos, firmes, para seguir cumpliendo nuestros compromisos con el pueblo boliviano, a quien nos debemos, no ha sido fácil hermanas y hermanos, pero hoy, a dos años y medio de noviembre de 2020, podemos afirmar que nuestro Estado Plurinacional de Bolivia -en medio de un contexto internacional adverso- está reconstruyendo y reactivando su economía, como ningún otro Gobierno, el nuestro no solo tuvo que enfrentar y vencer una profunda crisis económica, el problema mundial de la pandemia, sino también desde febrero de 2022 enfrentamos las consecuencias de otro problema mundial, como es la guerra entre Rusia y Ucrania.
Los efectos más importantes de esta guerra fueron la elevación de precios del petróleo, de alimentos y otros en la gran mayoría de los países, dificultades en la cadena de suministros y la elevación de las tasas de interés especialmente en los países llamados desarrollados, pese a todo lo que les menciono, hemos retomado el camino de la estabilidad y la esperanza. Hoy estamos lejos del escenario desastroso que nos dejaron; hoy podemos mirar con orgullo nuestro futuro y decir que hemos dado grandes pasos en cada uno de los aspectos.
En un contexto internacional adverso, nuestro país ha mantenido una inflación controlada. En 2022 cerramos la cifra con 3,1%, el nivel más bajo de la región y uno de los más bajos del mundo. Esto refleja la estabilidad económica y de todo el esfuerzo del Gobierno para lograrla, reactivamos la inversión pública como uno de los pilares fundamentales de nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo. La reconstrucción de nuestra economía avanza a paso firme.
Garantizamos más de $us1.120 millones para fortalecer al sector productor rural de nuestro país de manera integral, no sólo a través de construcción de presas, acceso al agua, saneamiento y riego tecnificado, programas, proyectos; también infraestructura caminera y productiva. ese es nuestro horizonte hacia el Bicentenario querido pueblo boliviano, la Industrialización con Sustitución de Importaciones, su Gobierno está consolidando las bases de una Bolivia industrializada, que aproveche y se beneficie de sus potencialidades y fortalezas productivas.
No hay liberación nacional sin industrialización. Por ello, implementamos más de 130 plantas industriales en el país, invirtiendo más de $us3.600 millones a objeto de crear una economía de base ancha para la industria boliviana, en diversos rubros de la economía.